El Pantano de la Tristeza.
Últimamente algunos amigos me han dicho que están tristes o perdidos y lo peor de todo es que no saben por qué. Aparentemente todo les va bien; tienen una familia que les quiere, les mantiene y les apoya; están estudiando o han estudiado una carrera; tienen amigos con los que salen de fiesta y comparten sus vivencias; algunos tienen perro y otros incluso novias.¿Entonces cuál es el problema? Yo estoy convencida de que nos han hecho muy blanditos - hablo de mi generación - con poco empuje y con muy poca capacidad para el sacrificio. Yo no me explico esta apatía que tenemos muchos jóvenes, esta especie de "tristeza crónica" que alguna vez hemos sentido.
Mi único consejo es que no os hundáis en el Pantano de la Tristeza como Ártax, el fiel caballo de Atreyu en La Historia Interminable.
[...] -Artax -dijo Atreyu-: ¿qué te pasa?
-No lo sé, señor -respondió el animal-, creo que deberíamos volver. No tiene ningún sentido. Corremos tras algo que sólo has soñado. Pero no lo encontraremos. Quizá sea de todas formas demasiado tarde. Quizá haya muerto ya la Emperatriz Infantil y todo lo que hacemos sea absurdo. Vamos a volver, señor.
-Nunca me has hablado así, Ártax -dijo asombrado Atreyu-. ¿Qué te pasa? ¿Estás enfermo?
-Es posible -contestó Ártax-. A cada paso que damos, la tristeza de mi corazón aumenta. Ya no tengo esperanzas, señor. Y me siento cansado, tan cansado... Creo que no puedo más.
-¡Pero tenemos que seguir! -exclamó Atreyu-. ¡Vamos, Ártax!
Le tiró de las riendas, pero Ártax se quedó inmóvil. Se había hundido ya hasta el vientre. Y no hacía nada por librarse.
-¡Ártax! -gritó Atreyu-. ¡No puedes abandonar ahora! ¡Vamos! ¡Sal de ahí o te hundirás!
-¡Déjame,-señor! -respondió el caballito-. No puedo soportar más esta tristeza. Voy a morir.[...]
la fuerza de voluntad flaquea, nunca hay que preocuparse de los problemas, hay que ocuparse de ellos
ResponderEliminarEl género humano no creerá nunca no saber nada, no ser nada, no poder llegar a alcanzar nada. Ningún filósofo que enseñase una de estas tres cosas habría fortuna ni haría secta, especialmente entre el pueblo, porque, fuera de que todas estas tres cosas son poco a propósito para quien quiera vivir, las dos primeras ofenden la soberbia de los hombres, la tercera, aunque después de las otras, requiere coraje y fortaleza de ánimo para ser creída. "Diálogo entre Tristán y un amigo". Giacomo Leopardi.
ResponderEliminarFABRA
no valemos pa na...
ResponderEliminarbuen blog, y sobre los estados animicos,bueno son rachas o simplemente momentos,no siempre se puede estar igual.Buen consejo con la bonita historia interminable,saludos!
ResponderEliminar