Integrales y derivadas.

Se encontraban aún en la etapa más feliz del amor.




Las ilusiones que se hacía el uno del otro eran tan enormes, tan ilimitadas, que la fusión de ambos seres parecía tener lugar en una dimensión en la que ninguna otra relación humana importaba.



Parecían haber llegado a ella con una extraordinaria inocencia, como si les hubiera unido una serie de puros accidentes, tantos que no podían ya sino llegar a la conclusión de que estaban hechos el uno para el otro.

 



Tender is The Night. Francis Scott Fitzgerald.

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