No estoy muerta.
No estoy muerta, estoy callada, observando, que de vez en cuando no viene mal. Últimamente me ha dado por cambiar mi boli Bic y mi libreta por mi cámara de fotos. Pasear sin rumbo, en silencio y descubrir la belleza de mi ciudad en cualquier esquina, tejado, banco, escaparate e incluso dentro de tu casa. Su cielo azul con golondrinas revoloteando y geranios rojos que empiezan a florecer en balcones blancos con ventanas abiertas de par en par y rayos de sol mezclados con acordes de guitarra. La primavera que transcurre en una continua diversión cotidiana que llena todos mis días.
Como el tavelling del principio de American Beauty, la vista desde el Paseo de Recoletos.
Las BH vuelven.
Una tarde en el teatro.
Como el tavelling del principio de American Beauty, la vista desde el Paseo de Recoletos.
Juguetes descuidados por el vendedor en un banco que hace esquina con El Prado.
Las BH vuelven.
Una tarde en el teatro.
...Porque un edificio en obras, no siempre es feo.
Y cuando pensábamos que la flor había muerto...
La cocina de Mickey Mouse.
Los vinilos que compramos en aquel sótano sórdido por refugiarnos de la lluvia.
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