Pasado en bicicleta.


Tengo muchas cosas que recriminarte, que no te perdono. Pero hay una que está clavada como una chincheta en el corcho de mi memoria, que hace inevitable que se me escape una sonrisa cada vez que se cuela entre mis pensamientos. Cuando me venías a buscar en bici y me llevabas sentada en el sillín. Yo te abrazaba con fuerza desinflando tu anorak, con los ojos cerrados, porque parecía que volábamos cuesta abajo esquivando a los peatones. Tú me decías que ibas a soltar el manillar y que yo debería coger el timón. Y a mí me encantaba porque me sentía como ella en Delicias Turcas.



Por cierto Daniboy, éste es el parecido más exacto que te han sacado nunca.

Comentarios

Entradas populares