Oda al beso que está por venir.
Foto: Joseph Szabo.The Kiss.
Son dos labios que se ponen a la cola.
Y después de una mirada, les toca desnudarse.
No hay muros, sólo respiraciones contenidas.
Sellan las almas sin prisas, pacientes.
No caben imposiciones, todo es equilibrio.
Las confesiones se mezclan con el calor en la oscuridad.
Tienen las mismas ganas de saltar al vacío y de enredarse en el tiempo.
No se piensan, se entienden.
Y se niegan a separarse a pesar de la ley del destino.
Hay música en el silencio y ya se echan de menos.
Ya no hay nubes de incertidumbre, la reincidencia les reclama.
Son dos labios que se ponen a la cola.
Y después de una mirada, les toca desnudarse.
No hay muros, sólo respiraciones contenidas.
Sellan las almas sin prisas, pacientes.
No caben imposiciones, todo es equilibrio.
Las confesiones se mezclan con el calor en la oscuridad.
Tienen las mismas ganas de saltar al vacío y de enredarse en el tiempo.
No se piensan, se entienden.
Y se niegan a separarse a pesar de la ley del destino.
Hay música en el silencio y ya se echan de menos.
Ya no hay nubes de incertidumbre, la reincidencia les reclama.
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