¿Y qué pongo?
Hoy mi querida amiga Paloma me ha recomendado que me haga un Twitter. La verdad es que llevaba tiempo pensando en hacerme uno, porque el pajarito azul me parecía una cucada, pero nunca he entendido muy bien su utilidad.
Bien. Voy a la web, pincho en abrir una cuenta, y hasta ahí todo correcto. Meto mi nombre y apellidos y continuo en la cajita de abajo: Nombre de usuario. A partir de este momento he tirado toda la tarde a la basura. Elegir un nombre que me represente pero no quede muy infantil ni tampoco muy serio y más aún, que el Sr. Pájaro Azul Twitter me lo acepte ha sido la tarea más complicada de esta semana, peor que mis prácticas de conducir, y ya es decir. No exagero, he estado más de media hora probando nombrecitos hasta que ha salido el tick verde y casi rompo a llorar. El paso siguiente ha sido cargar una foto de perfil y escribir en un máximo de 2 líneas mi biografía. Yo me creía buena redactora y una usuaria "pro" de las redes sociales... pues he estado a punto de tirar la toalla y abandonar para siempre al pajarito. Que alguien me explique qué pones en un espacio de140 caracteres y que resuma tus 24 años de vida: nací, aprendí a hablar, a andar y no sé cómo ahora escribo, punto.
Consejo a las personas simpatizantes de Internet de mi generación: nunca subestiméis el poder de las redes sociales, porque aún nos queda mucho recorrido y mucho por aprender.
Al final del día, he logrado que el pajarito me haga un sitio en su nido. Good for me.
twitea maaaasss!
ResponderEliminar