La luna, el sexo y casi todo
Hay luna llena. Lo sabía sin levantar la cabeza. Lo sabía porque mi cuerpo lo detecta, porque me afecta. Ella todo lo exagera, o lo intensifica y cuando estoy así, entonces es cuando miro al cielo y me sonríe.
Estoy sola en mi casa. Es uno de los mayores placeres que exite para mí. Sentirme dueña, sentirme libre... pero ahora necesito un cuerpo que me cubra, me acompañe, me proteja en esta noche de julio rara, porque sopla el viento y mi cigarro se consume y pienso en el amor y en el sexo.
El sexo, una promesa, un tortazo, una puerta que se abre de esperanza, un charco, una ventana con persiana en un cuarto oscuro, unas esposas que te encadenan, una ola que te entierra los pies, un recuerdo, un presente, un precipicio, una selva, una llamada perdida, un salvavidas... cuántas cosas es, y por eso, el sexo lo es casi todo.
Estoy sola en mi casa. Es uno de los mayores placeres que exite para mí. Sentirme dueña, sentirme libre... pero ahora necesito un cuerpo que me cubra, me acompañe, me proteja en esta noche de julio rara, porque sopla el viento y mi cigarro se consume y pienso en el amor y en el sexo.
El sexo, una promesa, un tortazo, una puerta que se abre de esperanza, un charco, una ventana con persiana en un cuarto oscuro, unas esposas que te encadenan, una ola que te entierra los pies, un recuerdo, un presente, un precipicio, una selva, una llamada perdida, un salvavidas... cuántas cosas es, y por eso, el sexo lo es casi todo.
Comentarios
Publicar un comentario