Y eso que no sé conducir
Es Sábado noche -bueno, ya Domingo, y estoy en mi habitación. La casa en silencio, las luces apagadas. Ni siquiera me he puesto música. Sólo se oyen los grillos y el chorro de la piscina de abajo, a lo lejos. Tengo la persiana subida y estoy tumbada en la cama con el portátil sobre mis piernas. Y no estoy en mis garitos bailando como una loca con mis amigas. He estado mala, ahora estoy pachucha, así que he decidido portarme bien y he ido al cine. He visto "The Blind Side". Una buena película, con recursos fáciles y emotivos, entretenida, graciosa y muy americana. Me he vuelto satisfecha a casa. El personaje de la madre adoptiva de "Big Mike" me ha recordado a mí. En su caracter, en su decisión y cabezonería para seguir adelante con sus decisiones. En un momento de la película, se pregunta si es buena persona. Y yo me lo he preguntado de camino del baño a la cocina; mientras me ponía un zumo de naranja en mi taza, apagaba la luz y encencía el ordenador. Quiero creer que sí lo soy... pero, ¿qué es lo que nos hace buenas o malas personas? ¿Es el conjunto o los pequeños actos o pasos que damos en nuestro día a día? Sea lo que sea, lo único que me consuela es saber que tengo el valor para pisar el freno si me he equivocado, mirar por el retrovisor para saber qué es lo que he estropeado por el camino, pitar para avisar de que voy a hacer un giro repentino, meter la marcha con decisión y pegar un volantazo, con alegría. Y eso que no sé conducir.
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