El día del erizo.

Una de las amigas de mi hermana tiene algo. Ese algo que tienen muy pocas personas y que las hace especiales sin saber muy bien porqué. Es su forma de no peinarse, su estilo despistado pero estiloso, sus comentarios kafkianos en situaciones mundanas, su creatividad para enfrentarse a la rutina y el brillo de su sonrisa perenne.
Hoy me ha contado un sueño que ha tenido cuyas protagonistas éramos ella, mi hermana y yo. Me ha parecido tan genial, que he decidido reproducirlo:

He soñado que Anita, tu y yo vivíamos en una comuna hippie. Pero era una comuna hippie moderna, como si estuviéramos de okupas en un museo de arte contemporáneo. Y estaba organizado. Por ejemplo, había un grupo que se dedicaba a pegar información y fotos por todo el museo.
Y tú no sé porqué te habías comprado un escarabajo rojo. Y Anita te lo pedía para llevarme a que yo me comprara un erizo, porque el día anterior habíamos estado en una tienda de animales y ese justo era el Día del erizo. Tú aceptabas en dejarle el coche a Anita y de repente, una vez subidas al coche conducía genial, como si llevara cinco años conduciendo. Llegábamos a la tienda, me compraba un erizo de color blanco y nos volvíamos a la comuna. Aparcábamos rápido y entrabamos corriendo para enseñarte el erizo. Y cuando anita  volvía a salir para comprobar si estaba bien aparcado el coche, sólo había un bolso rojo en el suelo, y el coche había desaparecido. Con lo cual, casi matabas literalmente a Anita.


Espero que tengas mucha suerte en tu futuro como fotógrafa, Milena. El don ya lo tienes.
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