Ventanas.
He descubierto a alguien que tiene la misma fijación que yo por las ventanas. Ese elemento que me atrae y me provoca visiones y sentimientos.
El artista neoyorquino Edward Hopper pinta "ventanas enormes que dan a edificios de ventanas idénticas o a paisajes despoblados (...), figuras detenidas en gestos, ensimismadas en tareas que parecen poseer una significaciñon muy profunda, completa en sí misma, pero también inaccesible, como fotogramas aislados de películas cuyo argumento nos es desconocido", según el escritor Antonio Muñoz Molina.
Y es que la pintura de Hopper ha inspirado al mundo del cine dando lugar a obras maestras como "Psicosis" o "La ventana indiscreta" de Hitchcock, "Érase una vez en América" de Sergio Leone, "Dinero caído del cielo" de Herbert Ross, "Terciopelo azul" de David Linch "Alicia ya no vive aquí" de Scorsese o inluso "Lost in Traslation" de Sofía Coppola. Los temas de algunos de mis escritores preferidos como Arthur Miller, Truman Capote y Paul Auster, se basan en los cuadros de Hopper para dar forma a personajes melancólicos y solitarios que se encuentran atrapados y alienados por el mundo moderno, pero que sueñan y escapan a través de las ventanas.
Coincido contigo plenamente: la soledad de los personajes de Hopper. Parecen seres atrapados en su mismidad. Están ahí, pero están también en otra parte. Ese misterio es el que se traslada en forma de desasosiego a la retina del espectador. Es por ello que cuando aparecen, llenan todo el espacio del cuadro, aun ocupando aparentemente una parte del mismo.
ResponderEliminarUn saludo del lector a la sombra...
Atrapados en su mismidad. Me gusta mucho.
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